Se trata de una escultura exenta de un toro en pie de piedra caliza blanquecina. La cabeza de frente y la boca definida mediante una incisión semicircular. El morro se caracteríza por unos orificios nasaler redondeados. Ojos ovalados, con la pupila muy bien diferenciada, sobresalientes y circulares. Tres rebordes aplanados recorren cada lado de la frente, dispuestos a partir de su zona central. Los cuernos eran postizos,de plomo, quedando aún restos de los orificios donde se colocaban. Las orejas eran de piedra, y no se han conservado, como tampoco las patas. La testuz del animal se encuentra cubierta por mechones curvos cuyos extremos terminan en un rizo. Todo el cuello se encuentra cubierto por arruegas gruesas, paralelas y onduladas. Vientre y costillar redondeados. La cola del animal se encuentra rota.
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