La tabla estucada es similar a un ‘pizarrín de escuela’, en el que un alumno ha realizado un ejercicio práctico de escritura y de dibujo, siguiendo el modelo previamente escrito y dibujado por el maestro. La tabla se colocaría en horizontal sobre el faldellín que cubriría las piernas cruzadas de un escriba sentado sobre una estera, mientras éste sostenía en una mano un estuche de madera con dos orificios para la tinta negra y la tinta roja, y con la otra manejaba un pincel de caña. A pesar de que hoy falte la parte central del ejercicio de escritura, puede observarse la diferencia entre la caligrafía del maestro y la del alumno. Más info en la web del Proyecto Djehuty.
Fotogrametría y postproceso: Carmen Ruiz @ Arqueoartis.com ©Proyecto DJehuty