Relieve románico de la Dama y el Caballero Victorioso (84 x 129,5 x 23 cm): la Dama coronada viste sobretúnica ceñida sobre túnica de telas blandas. Por su parte, el jinete porta las bridas de la montura con la izquierda, apoya los pies en espuelas, somete a un sarraceno con una de las patas delanteras del caballo y saluda con la mano derecha; el brial hendido libera las piernas y forma agudas “V”. La escena que protagonizan se expresa mediante una gestualidad enfática y amable. En el saludo entre el Caballero Victorioso y la Dama se conjugan valores religiosos y cortesanos: el guerrero bien pudiera serlo de la Iglesia, representada alegóricamente en los perfiles femeninos de una reina desposada que recibe al esposo (salmo XLIV). Esta representación de notables dimensiones, pensada para las inmediaciones de un acceso, se relaciona con el obispo de León Manrique de Lara, cuya familia era noble. Datado en el siglo XIII
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